Hacía tiempo que mi confortable butaca no recibía visita, así que, aprovechando un pequeño momento de relax, nos hemos hecho compañía, mientras disfrutaba de la lectura de uno de esos libros que tenía a medio termina. El elegido fue “Equinox” de Michael White.
Menudo acierto, por ese exquisito carácter intrigante de principio a fin. Una historia de tal magnetismo de la que no fui capaz de desprenderme hasta su última página: Oxford, asesinatos, Isaac Newton, sociedades secretas, alquimistas, astrología, rituales, un laberinto subterráneo y un final de infarto…
Ya de entrada, el autor te sirve un asesinato que lleva hacia los protagonistas principales de la historia: Laura Niven (periodista de crímenes) y Philip Bainbrigde (fotógrafo de la policía), antiguos novios y con una hija. Ambos, especialmente Laura, emprenderán su propia vía de investigación ante los trágicos sucesos que se están produciendo en Oxford: jóvenes chicas cruelmente asesinadas de forma ritual, en cuyos cuerpos siempre se encuentra una moneda antigua.
Mientras la policía se ciñe a los escasos vestigios hallados en el lugar de los asesinatos, Laura comienza su especial carrera contrarreloj en busca del asesino, carrera que le llevará hasta el mismísimo Isaac Newton, previo paso por la astrología, criptografía y la alquimia.
De repente, estarás sumergido en un relato simultáneo entre pasado y presente en las paredes de la Universidad de Oxford: los hechos que acontecen en pleno siglo XXI, junto al descubrimiento de las extrañas aficiones de uno de los mayores científicos de todos los tiempos.
Página a página, Laura da un paso más a la hora de establecer las incomprensibles relaciones que existen entre los asesinatos y el fin que persigue cierta sociedad secreta. No estará sola en su aventura, sino que acabará involucrando a su exnovio, hija, al novio de ésta y a otras personas que conoció durante su paso universitario por Oxford.
Así la trama se desarrolla por lugares tan emblemáticos como el Sheldonian Theatre, la Biblioteca Bodleian, la Royal Society, etc., pero también obliga a descender a las entrañas de la propia Universidad de Oxford, al mismo tiempo que deja al descubierto el gusto de Isaac Newton por las ciencias ocultas y el esoterismo con el único fin de hallar la Piedra Filosofal.
La pregunta que muchos os haréis es: ¿cuál es la relación entre Isaac Newton y esa serie de brutales asesinatos sucedidos en Oxford?
No puedo responder, sino aconsejaros que lo descubráis dentro de esta magnífica novela.
(Nota: Sorprendentes aficiones las de uno de los grandes personajes de la historia, al que siempre me imaginé debajo de un árbol y con una manzana)
Menudo acierto, por ese exquisito carácter intrigante de principio a fin. Una historia de tal magnetismo de la que no fui capaz de desprenderme hasta su última página: Oxford, asesinatos, Isaac Newton, sociedades secretas, alquimistas, astrología, rituales, un laberinto subterráneo y un final de infarto…
Ya de entrada, el autor te sirve un asesinato que lleva hacia los protagonistas principales de la historia: Laura Niven (periodista de crímenes) y Philip Bainbrigde (fotógrafo de la policía), antiguos novios y con una hija. Ambos, especialmente Laura, emprenderán su propia vía de investigación ante los trágicos sucesos que se están produciendo en Oxford: jóvenes chicas cruelmente asesinadas de forma ritual, en cuyos cuerpos siempre se encuentra una moneda antigua.
Mientras la policía se ciñe a los escasos vestigios hallados en el lugar de los asesinatos, Laura comienza su especial carrera contrarreloj en busca del asesino, carrera que le llevará hasta el mismísimo Isaac Newton, previo paso por la astrología, criptografía y la alquimia.
De repente, estarás sumergido en un relato simultáneo entre pasado y presente en las paredes de la Universidad de Oxford: los hechos que acontecen en pleno siglo XXI, junto al descubrimiento de las extrañas aficiones de uno de los mayores científicos de todos los tiempos.
Página a página, Laura da un paso más a la hora de establecer las incomprensibles relaciones que existen entre los asesinatos y el fin que persigue cierta sociedad secreta. No estará sola en su aventura, sino que acabará involucrando a su exnovio, hija, al novio de ésta y a otras personas que conoció durante su paso universitario por Oxford.
Así la trama se desarrolla por lugares tan emblemáticos como el Sheldonian Theatre, la Biblioteca Bodleian, la Royal Society, etc., pero también obliga a descender a las entrañas de la propia Universidad de Oxford, al mismo tiempo que deja al descubierto el gusto de Isaac Newton por las ciencias ocultas y el esoterismo con el único fin de hallar la Piedra Filosofal.
La pregunta que muchos os haréis es: ¿cuál es la relación entre Isaac Newton y esa serie de brutales asesinatos sucedidos en Oxford?
No puedo responder, sino aconsejaros que lo descubráis dentro de esta magnífica novela.
(Nota: Sorprendentes aficiones las de uno de los grandes personajes de la historia, al que siempre me imaginé debajo de un árbol y con una manzana)
4 comentarios:
Huys, Newton... se pasó media vida intentando convocar espíritus. Le llevaron mucho más tiempo que la gravedad :) y, puede, que hasta ese interés suyo por lo oculto lo llevara a la muerte.
De todas formas, su mausoleo es grandioso. Lleno de planetas, de inscripciones. No sé, pero me parece que contribuye a agrandar las leyendas que se tejen a su alrededor.
Leer sentada en una butaca cómoda, desgranando misterios y dejándose atrapar por la historia, es una de las mejores formas de pasar una tarde. O una noche.
Un beso.
Alex, no he leído este libro pero después de lo que has comentado, no pienso perdérmelo. Gracias :)
Sí sabía que Newton, como dice Moony se interesó mucho sobre esos temas, además de haber atravesado por varias crisis... A ver qué más nos cuenta esa novela. :)
Un abrazo
El anterior comentario suprimido era mío, disculpa Alex pero lo repetí dos veces.
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