A la luz de un candil, te invito a entrar en mi buhardilla. Ten cuidado, no te vayas a tropezar con cualquiera de mis cacharros.
Acomódate, al fondo, a la derecha, en esa confortable butaca negra para disfrutar de mis mayores tesoros que son un privilegio para la vista, oído, gusto, tacto y olfato.
Verás un cuaderno de espiral sobre el reposapiés, en cuya portada y con mi mejor letra he escrito “Mi cuaderno de viajes”. Puedes abrirlo y descubrirás los lugares lejanos y algunos muy cercanos que he visitado por si alguna vez te animas a vivir por ti mismo las sensaciones que transmiten esos pequeños paraísos. Les podrás poner imagen si observas cada detalle que se recoge en las fotografías del corcho que hay en el techo, justo encima de la butaca.
Si el silencio no es una de tus mejores compañías, tienes a tu disposición una selección de mi música preferida en la parte superior del mueble de la pared derecha para que llenes el ambiente del ritmo que desees: rock, pop, rythm and blues, gospel, clásica, jazz, hip hop, bandas sonoras y hasta chill-out. El equipo de música está… Espera que piense… Mmmm… ¡¡¡No me acuerdo!!!.
Sé que te has levantado de esa butaca y recorres con la vista cada rincón de mi buhardilla, escudriñando el contenido de las estanterías dispuestas a ambos lados para saber que hay en ellas.
Ya habrás visto que, en la pared de la izquierda, dispongo de una incontable biblioteca plagada de todo tipo de literatura desde los clásicos hasta las recetas de la abuela y, por si tus curiosos ojos no se han dado cuenta, los libros están ordenados alfabéticamente por autor. Aún así, dentro del cajón derecho de mi escritorio, también tengo una lista de ellos por el título. No te asustes, es sólo una de mis múltiples manías, pero tranquilo puedes coger el que desees. Eso sí, espero que su relato te guste tanto como a mí.
También habrás reparado en las puertas inferiores del mueble de la derecha. Ábrelas y verás mi filmoteca también por orden alfabético (¡¡¡dichosas manías!!!), de la cual puedes hacer uso, si prefieres disfrutar de alguna comedia o musical. Al lado izquierdo de la puerta de entrada, tengo un magnífico home cinema con una pantalla enorme. Lo siento, las palomitas tendrás que ponerlas tú. Si te apetece fumar no hay problema, aquí la única ley válida es la que no existe. (Nota: puedes escuchar la música a través del home cinema).
Te veo fatigado, querido visitante. Es momento de hacer un "kit-kat". Acércate al armario que hay detrás de la butaca, dentro tienes mi reserva de manjares y bebidas. No esperes demasiadas marcas comerciales, he traído un poquito de las mejores esencias de aquellos restaurantes, pubs, cafeterías y cualquier establecimiento hostelero que me han embrujado. Espero que aprecies esas pequeñas delicatessen, porque a mí me hacen babear. Cuidado con ser muy "fartón".
Para bajar calorías y desconectar, nada mejor que un poco de deporte. Creo que te has quedado mudo ante mi colección de zapatillas de deporte. Todos los genios tienen una obsesión. Seguro que ya habrás pisado alguna de mis revistas favoritas o mi último plan de entrenamiento. Si quieres te lo presto.
Encontrarás un diario de hojas amarillentas sobre mi viejo escritorio de nogal. Sólo una advertencia, lo que leas puede dejarte completamente helado o despertar en ti mayor curiosidad.
Jeje. Te estoy viendo posar esa mirada golosa sobre mi ordenador portátil que descansa placidamente en ese escritorio. No tengas miedo, puedes conectarlo y si deseas dejarme unas palabras de recuerdo, hazlo en el archivo “comentarios”.
¡¡Ah!!. Quédate el tiempo que quieras, ven cuando puedas, porque será señal de que estás cómodo y espero contribuir aún más ello descubriéndote cada uno de mis tesoros a través de estas líneas para que seas capaz de disfrutar tanto como yo lo hago cuando estoy en mi buhardilla.
¿Así que crees que sabes distinguir, el paraíso del infierno, los cielos azules del dolor?
¿Puedes distinguir un campo verde de un frío riel de acero? ¿una sonrisa de un velo? ¿Crees que sabes?
¿Y consiguieron hacerte cambiar, tus héroes por fantasmas? ¿cenizas ardientes por árboles? ¿aire caliente por una brisa fresca? ¿comodida frívola por dinero? ¿Y cambiaste un papel secundario en la guerra, por el de protagonista en una jaula?
¡Cómo desearía, cómo desearía que estuvieras aquí!
Somos sólo dos almas perdidas, nadando en una pecera, año tras año, corriendo en el mismo lugar de siempre. ¿Qué hemos encontrado? Los mismos miedos de siempre.
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