lunes, 29 de octubre de 2007

Las “joyas” de mis pies

Por fin. Voy a destapar el tarro de una de mis obsesiones: las zapatillas deportivas. La verdad es, querido visitante, que ya tenía ganas de presentarte formalmente las “joyas” de mi pies: Nike Free 5.0; Adidas Response Cushion 16th edition; y Nike Pegasus TC (de izquierda a derecha).

A pesar de ver tu ceño fruncido en señal de que sólo las tengo para exposición, he de negártelo. Lo siento, no padezco ninguna variante de síndrome de Diógenes por la que me de por acumular zapatillas. Todo lo contrario. Si bien siempre me ha gustado practicar deporte (baloncesto, fútbol, tenis, etc.), no ha sido hasta la actualidad, cuando quemando minutos sobre el asfalto, he “zapateado” por senderos donde encontrar muchas respuestas a la época que vivo, además de crearme una adicción al “running”.

Algo de barro acumulan ya las Nike Pegasus TC, pues llevan tiempo acompañándome por esos senderos, y ciertamente es un lujo llevarlas puestas porque su amortiguación es magnífica para mis desastrosas articulaciones y, sobre todo, un respiro a los gemelos que tantos quebraderos de cabeza me dan, en especial, por esa manía tan odioso que han adquirido de sobrecargarse en el mejor momento de una buena sesión de carrera. En fin, los “mortales” debemos ser conscientes de nuestros límites, sino el cuerpo ya se encarga de recordárnoslo.

Me gusta correr, sí, no lo niego, pero cuando repartieron la bolsa de aptitudes óptimas para ello, debí perder el vale.

Por desgracia, formo parte de esa gran mayoría que nos toca sufrir en cada zancada, en cada inspiración, en cada metro, en cada segundo, aunque luego se nos dibuje una media sonrisa al parar el cronómetro. Además hay que sumar la anarquía que sigo en su práctica, pues no soy capaz de ser fiel a ningún plan, aunque lo intento, pero siempre acaba fallando lo mismo, es decir, yo.

Bueno, creo que éste es el momento apropiado para correr un tupido velo y centrarme en las verdaderas estrellas de hoy. Allá hasta donde mi memoria llega, veo pasar imágenes de marcas y modelos diversos, a los que les di todo tipo de usos en mil variopintos deportes: lo mismo me servían para jugar un partido de baloncesto como para una salida a la montaña. No fue hasta hace poco tiempo que comprendí que si las marcas lanzan un tipo de zapatilla determinado para cada deporte, es por algo, al margen de las ventas. De tal forma que las mismas señas de identidad no son válidas para un modelo de “running” que para uno de “trekking”.

Una vez desperté a la pasión provocada por este deporte, me lancé a “perder mi virginidad” con un desconocido de nombre Asics, de azulados ojos y tremendo “musculamen” de sujeción y amortiguación, que ha dejado una huella imborrable en mi memoria. Desde aquel momento, ese simple escarceo se convirtió en tímidas salidas iniciales bajo la batuta de Asics que tan buenas sensaciones me hacía sentir. No sé cuántos lugares hemos recorrido sin importar la hora, ni el tiempo, e incluso alguna molestia física, pero su buen hacer hicieron que me haya enganchado a este deporte.

Y como todo en esta vida va en evolución, esa historia fue tomando tintes más serios, aunque con ciertos altibajos, que me obligó a “ponerme las pilas” y realizar un estudio detallado de la oferta existente en el mercado, pues siempre podría encontrar una mejoría de prestaciones. Así, finalmente, me cité silenciosamente con un viejo llamado Nike, de canoso pelo y mejillas sonrosadas, que llevaba el cartelito de “Free 5.0”. Incomparables los placeres vividos a su lado, pero tampoco hubo un final feliz. En el mejor momento, decidió que había llegado el momento de jubilarse y descansar.

Por suerte, había más Nike Free 5.0 por el mundo y opté por probar una excentricidad pelirroja, a la que he de reconocer relegué a un segundo plano hasta iniciar un idilio sin quejas con otro Nike, aquel que llevaba tiempo buscando y aunque deseaba que fuera de tez morena, me he tenido que conformar con su blanquecina piel y dorados cabellos (Pegasus TC). Son muchos los días que salimos, día o noche, sol o lluvia, asfalto o hierba, a conocernos, a “madurar” los objetivos finales y la verdad es que es una gozada tener esta joya en mis pies.

Como dice Forrest Gump: “La vida es como una caja de bombones, nunca sabes cuál te va a tocar”. Pues también me ha “picado” la curiosidad de entablar amistad con otro vecino llamado Adidas, de aspecto pulcro y distinguido, (Response Cushion 16th edition), aunque su apariencia tímida hace que todo vaya más lento Por el momento, he decidido no “incordiarle” demasiado, ya que nunca se sabe cuándo necesitaré que me “preste sal”.

A mis pies, no les faltan pretendientes, aunque espero encontrar el definitivo. Mientras tanto, continúo también buscando mi forma. ¿Lo lograré? (Se admiten apuestas).


lunes, 22 de octubre de 2007

Premio a los blog que dan que pensar

En primer lugar, quiero agradecer a Pedro M.B haberse acordado de mí y distinguirme con tan honorable premio.

Por supuesto, esta distinción conlleva servidumbre que asumo de buen grado, por lo que he rebuscado entre mis preferencias aquellos blogs que estimulan mis neuronas cada vez que les hago una visita, blogs que guardan una significación especial por su contenido y por la originalidad de sus autores.

Sin más premura, quiero premiar a los cinco blogs siguientes:

  • Calle Quimera: Blog para leer, releer, volver a leer y, sobre todo, mucho pensar.

  • Eternamente cabreada: Blog donde el cabreo no se queda en un simple pataleo, sino que sus suficientes justificaciones dan para mucho que pensar y replantearse.

  • Visiones desde el Sur de Paco Huelva: Blog de diverso contenido que nos conduce por la realidad de nuestra sociedad hasta extremos inigualables.

  • La Trinchera de Manuel Rubiales: Blog que inevitablemente te obliga a desmenuzarte los sesos con sus comentario

  • Palomas de papel: Blog en el que piensas o piensas, no hay otra opción.

  • Sólo espero que quienes no conozcan estos blogs, hagan una paradita por ellos y los disfruten tanto como yo lo hago

    Eso sí, si resultas agradaciado con tal distinción, solo en ese caso escribe un post donde incluirás cinco blogs que te hacen pensar (con enlace, link a cada uno de ellos paa que puedan ser visitados).

    Haz en tu post un link al post de Iker para que se pueda encontrar el origen de este premio.

    Muestra con orgullo el “Thinking Blogger Award” con un link al post que tu escribiste.

    Como alternativa, puedes elegir color dorado o plateado, según decidas conforme al diseño de tu blog.

    domingo, 21 de octubre de 2007

    Gracias por hacernos disfrutar, Fernando

    No pudo ser, Fernando, no pudo ser, pero gracias por hacernos disfrutar tanto en cada Gran Premio.

    A pesar de todo, sigues siendo nuestro GRAN CAMPEÓN por múltiples razones, pero la primordial reside en tu espíritu combativo dentro del circuito, no arrojando en ningún momento la toalla por muy adversos vientos que hayan soplado a tu alrededor.

    No sé si ese espíritu que te caracteriza es un homenaje a nuestra patria querida, reflejando el coraje demostrado en su día por nuestro Don Pelayo, ante la invasión musulmana.

    Al margen de tantas críticas, tu comportamiento ha sido ejemplar, dando la respuesta que debías dar en el lugar correcto: la pista, aún consciente de que poco tienes que demostrar a estas alturas.

    Sé que nunca conoceremos la trama auténtica de esta temporada, al menos, de tu boca. Sé que huirás de controversias periodísticas como lo has hecho hasta ahora y guardarás para tí y los tuyos lo vivido como una fase de aprendizaje, en la que has sido todo un "gentleman".

    Siento el trato que has recibido en tu propio país, siento la incomprensión a la que te has visto sometido, siento los calificativos que has recibido, pero sabes que en esa tierrina lejana que nos vio nacer siempre serás acogido con los brazos abiertos porque te has convertido en el mejor embajador hasta el punto de hacer ondear nuestra bandera azul con su cruz amarilla en todo el planeta.

    Tranquilo, tendrás más oportunidades y estaré allí para seguir apoyándote. Sufriré en el sillón mientras clavo mi pie derecho en la alfombra como si quisiera insuflarte más potencia. Sonreiré con tus "pajaritos" al final de cada carrera.

    A veces no todos los cuentos de príncipes tienen un final feliz y este ha sido el caso del aspirante al trono Lewis Hamilton. Se ha quedado a las puertas. ¿La razón?. Infinitas. Sí, lo sé, este príncipe de ébano está llamado a ser uno de los grandes, pero creo que todos sabían que no era el momento, ni la temporada. Su valía es incuestionable, ¿y su comportamiento deportivo?.

    No, no te critico. Quizás haya un circo mediático demasiado incontrolable rodeándote, quizás nunca se sepa parte de la verdad. Sólo una recomendación: sé honesto contigo mismo y podrás serlo con los demás.

    Por otro lado, sólo me queda felicitar a Kimi Raikkonen, flamante campeón mundial de Fórmula Uno. Sí, ha sabido hacer honor a su apodo y mostrarse como el auténtico "Iceman" para pescar en aguas revueltas, lo que no significa que desmerezca su título, todo lo contrario. Su trayectoria durante el 2007 lo ha dejado claro: seis veces en lo más alto del podio.

    Hoy se cerró esta temporada y, a partir de ahora, sólo queda esperar, mientras observamos los bailes de escudería que pueden producirse. Queda esperar que el año que viene tenemos otra nueva posibilidad de soñar

    De nuevo, gracias Fernando Alonso por hacernos sentir orgullosos de contar con un deportista de tu nivel y con una persona de tu calidad.

    No pierdas tu sonrisa... que nosotros no la hemos perdido.

    Dos nuevos "cacharros"

    En fin. Os presento a mis dos nuevos "cacharros".

    Como utilitario, dispongo de una NIKON COOLPIX L10 de 5.0 megapíxeles, provista de un objetivo Nikkor Zoom de 3 aumentos con distancia focal 6,2-18,6 mm; un zoom digital de hasta cuatro aumentos; obturador mecánico y electrónico de carga acoplada (4 a 1/2000 s); diafragma preajustado controlado electrónicamente con dos posiciones (f/2,8 y f/5,2 [Angular]); flash integrado y con salida de vídeo.

    Bueno, un juguetito para el "trote diario", pequeño, pero eficaz.

    Como berlina, disfruto de una NIKON D40. Una "cocada" de 6.1 megapíxeles, con objetivo AF-S NIKKOR 18-55mm. La larga lista de sus prestaciones llenaría varios posts.

    Así mis grandes ocasiones quedarán enmarcadas digitalmente sin cambios de carrete a toda prista.

    Sólo puedo decir que me embarga la emoción de poder compartir de ahora en adelante muchos retazos de mi vida con vosotros a través de una imagen... Espero que el dicho: una imagen vale más que mil palabras, sea cierto y sirva para ilustrar momentos mágicos del presente y futuro...

    Eso sí, podrás admirar mis "cacharros" desde la distancia, ya me he encargado de instalar una vitrina protectora en mi buhardilla para que esas curiosas "zarpas" sólo puedan arañar su cristal... y no mis dos nuevos preciados tesoros...


    sábado, 20 de octubre de 2007

    El fenómeno “Harry Potter”

    Lo reconozco, soy fan de Harry Potter. Las historias del mago más famoso de los últimos tiempos tienen cabida en mi biblioteca y he de decir que cada libro me ha sorprendido gratamente.

    Creo que la capacidad creativa de J.K.Rowling queda fuera de toda discusión. Difícil es sentarse y comenzar a dar pinceladas sobre un papel y, especialmente, que resulten atractivas para el lector, pero la autora inglesa no sólo alcanzó su objetivo, sino que se ha ido superando con la trama que envuelve la vida de Harry Potter y Lord Voldemort.

    Sé de sus detractores por ver más un producto comercial que una contribución literaria, si bien deberíamos dejar esa perspectiva para alabar el efecto más beneficioso que ha provocado: atraer de nuevo a los más pequeños a la magia de la lectura.

    Me resulta sumamente gratificante ver a los “renacuajos” sentados en el suelo, con un ejemplar de la saga de este mago en sus piernas. Permanecen inmóviles, casi petrificados como si esperasen en la Plataforma 9¾ la llegada del Expreso que les lleve hasta el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería y poder encontrarse así con cada uno de los protagonistas que dan vida a este fenómeno bautizado como “Pottermanía”.

    Su influjo mágico ha traspasado las líneas para envolver a grandes y pequeños, ávido de conocer el desenlace de este pobre huérfano que, a golpe de varita, ha ido creciendo ante nuestros ojos.

    Así las pantallas cinematográficas tan poco han escapado a este huracán, descubriendo al resto del mundo las aventuras y desventuras del chico con una cicatriz en la frente con forma de rayo, pero como todo hay muchos secretos que no se reflejan en las películas, por eso te animo a vivir esta experiencia a través de sus libros:
    - Harry Potter y la piedra filosofal.
    - Harry Potter y la cámara secreta.
    - Harry Potter y el prisionero de Azkaban.
    - Harry Potter y el cáliz de fuego.
    - Harry Potter y la Orden del Fénix.
    - Harry Potter y el Príncipe Mestizo.

    No pienses que son para los peques. En absoluto, sus páginas guardan numerosas enseñanzas sobre valores que hoy se están perdiendo en nuestra sociedad: lealtad, honestidad, compresión, amistad, afán de superación, humildad, etc...

    Creo que parte de su misterioso éxito reside en presentarnos un chico alejado del ideal de superhéroe. Harry Potter no es el más listo, ni el más guapo, ni el más rico. Es simplemente un muchacho en el que sus seguidores se ven reflejados al sentirle muy cercano, hasta sus amigos son como los que puede tener el lector.

    Mientras tú te animas a iniciarte en su lectura, yo esperaré pacientemente la publicación en castellano de su última aventura.




    jueves, 11 de octubre de 2007

    Las dos vasijas

    En una pequeña aldea de la India vivía un aguador que tenía sólo dos grandes vasijas para alimentar a su mujer y a sus os hijas. A diario, el hombre las colgaba en los extremos de un palo que llevaba sobre los hombros. Iba el aguador con sus vasijas hasta el río, allí las llenaba de agua fresca para poderla vender en la aldea y así iba subsistiendo.

    Una de sus tinajas tenía varias grietas por las que se escapaba el agua, de modo que al final del camino sólo conservaba la mitad, mientras que la otra era perfecta y mantenía intacto su contenido. Esto sucedía diariamente.

    La vasija sin grietas estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabía idónea para los fines que fue creada. Pero la pobre vasija agrietada estaba avergonzada de su propia imperfección y de no poder cumplir correctamente su cometido, y cuando pensaba en la pobreza de la familia del aguador aún sentía más tristeza por no poder ayudarlo, a pesar de que en los últimos tiempos éste había mejorado algo sus ingresos ya que recogía las flores del camino que después también vendía.

    Así que al cabo de dos años le dijo al aguador:
    -Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo, porqu debido a mis grietas sólo obtienes la mitad del valor que deberías recibir por tu trabajo.

    El aguador le contestó:
    -Cuando regresemos a casa quiero que te fijes en las bellísimas flores que crece a lo largo del camino.

    Así lo hizo la tinaja y, en efecto, vio muchísimas flores hermosas y de todos los colores a lo largo de la veredad en su camino de vuelta a la aldea; pero siguió sintiéndose apenada porque -como siempre- al final sólo guardaba dentro de sí la mitada del agua que el pobre aguador le había metido en el río.

    El aguador le dijo entonces:
    -¿Te diste cuenta de que las flores sólo crecen en tu lado del camino? Quise sacar algo positivo de tus griestas y sembré semillas de flores. Todos los días las has regado y durante dos años yo he podido recogerlas y venderlas. Si no fueras exactamente como eres, con tu capacidad y tus limitaciones, no hubiera sido posible crear esa belleza.

    Todos somos vasijas agrietadas por alguna parte, pero siempre existen la posibilidad de aprovechar las grietas para obtener buenos resultados.

    Anónimo hindú

    miércoles, 10 de octubre de 2007

    Una imagen vale más que mil palabras

    No hay muchas palabras que decir, porque ya están dichas casi todas, por eso simplemente dejo este lazo como muestra de mi apoyo...

    domingo, 7 de octubre de 2007

    Sin título

    Soy un papel de periódico, que abandonas en un rincón al caducar.
    Soy un trozo de cartón, que haces añicos tras pasar el invierno.
    Soy un carrito de supermercado, repleto de cacharros de segunda mano.
    Soy un coche pasado de moda, listo para ser despiezado.
    Soy una lata de refresco, una y mil veces pateada tras su consumo.
    Soy un álbum de fotografías al que sólo miras para recordar.
    Soy un longevo baúl que contiene un viejo traje de sastre y una colección de amargos recuerdos.
    Soy un dulce y afligido corazón que lo hubiera dado todo por un beso o por un perdón.


    jueves, 4 de octubre de 2007

    La fuente de la juventud

    Había una vez un viejo carbonero que vivía con su esposa, que era también viejísima. El viejo se llamaba Yoshiba y su esposa se llamaba Fumi. Los dos ancianos eran admirados por el amor mutuo que se habían profesado durante más de cincuenta años. El suyo había sido un matrimonio concertado por sus padres, pero desde el día del casamiento, la admiración y adoración fueron mutuas.

    Pero últimamente, una preocupación llenaba de congoja sus corazones. Ambos eran mayores y sabían que ya no les quedaba mucho tiempo. Yoshiba se había convertido en las manos de su esposa y Fumi en sus ojos y sus pies, y no sabían cómo podrían superar la muerte de alguno de ellos.

    Una tarde, Yoshiba sintió la necesidad de volver a ver el lugar donde había trabajado durante más de cincuenta años. Pero al llegar al claro del bosque y observar los árboles, se dio cuenta de que había algo nuevo. Tantos años trabajando allí, y nunca se había fijado en que debajo del mayor árbol había un manantial de agua clara y cristalina. Yoshiba sintió una terrible sed y se acercó a la fuente. Cogió un poco de agua y bebió. Al rozar sus labios, sintió la necesidad de beber más, pero al inclinarse de nuevo observó su reflejo en el agua y vio que habían desaparecido las arrugas de su rostro, su pelo era otra vez una hermosa y negra cabellera y su cuerpo parecía más vigoroso y fortalecido. Aquel agua tenía un poder misterioso que lo había hecho rejuvenecer.

    Se fue corriendo a decírselo a su esposa. Cuando Fumi lo vio llegar no le reconoció hasta que se fijó en sus ojos. Entonces Yoshiba le contó lo que había ocurrido en el bosque. Decidió que fuese por la mañana, porque ya era de noche y no deseaba que se perdiera.

    A la mañana siguiente, Fumi se fue al bosque. Yoshiba calculó dos horas, porque aunque a la ida tardaría más por su edad y la falta de fuerza, a la vuelta llegaría enseguida porque habría recuperado su juventud. Pero pasaron dos horas, y tres, y cuatro, y hasta cinco, por lo que Yoshiba empezó a preocuparse y decidió ir él mismo al bosque a buscar a su esposa. Cuando llegó al calro, vio la fuente, pero no encontró a nadie. Entre el murmullo de las hojas y el crujido del agua oyó un leve sonido, como el que hace cualquier cría de animal cuando está sola. Se acercó a unas zarzas, las apartó, y encontró una pequeña criatura que le tendía los brazos. Al cogerla, reconoció la mirada. Era Fumi, que en su ansia de juventud había bebido demasiada agua, llegando así hasta su primera infancia. Yoshiba la ató a sus espaldas y se dirigió hacia casa. A partir de entonces, tendría que ser el padre de la que había sido la compañera de su vida.


    Anónimo japonés

    martes, 2 de octubre de 2007

    "Fingers, ataque terrorista"

    No sé si será casualidad o capricho del destino, querido visitante, pero mi extensa filmoteca cuenta con una serie de tropiezos cinematográficos, bajo la denominación “Sorpresas”, que me han dejado una particular impronta: lo inesperado, sensación no siempre compartida con películas de gran renombre y mucha decepción.

    Hace poco experimenté esa efecto con “Fingers, ataque terrorista” (2006), filme que recomiendo no te pierdas porque no va a defraudarte y, sobre todo, no va a dejar aburrirte en ningún momento, pero, si esperas escenas de guerra plagadas de tremendos efectos especiales, siento decir que se aleja de esa primera imagen que nos puede venir a la cabeza al ver su título.

    Todo comienza cuando su protagonista, Martjin (Ryan Philippe), decide dejarse llevar por sus idealismos para integrarse en un programa alimenticio financiado por donativos particulares, por lo que se traslada a Marruecos donde tratará de realizar sus objetivos de ayuda.

    Antes de emprender su viaje, Martjin nos descubre parte de su vida como su pasión por el piano y un amor incondicional por su novia, a través de hermosas escenas por distintos rincones de Holanda.

    Con la mochila en ristre y el billete en la mano, Martjin, acompañado de su novia, se desplaza al aeropuerto desde el que emprenderá el vuelo hacia su nuevo destino, pero, antes de embarcar, descubre estupefacto el tipo de persona que le hará de guía en aquel país, que, por decirlo de algún modo, es un poco impresentable.

    Una vez en Marruecos, su ilusión de colaborar con causas filantrópicas se verá completamente empañada al ser capturado junto a su guía por un grupo terrorista local, cuyo líder es encarnado por el siempre fascinante acto Lawrence Fishburne, quien cumple con su oscuro papel de una manera intachable.

    A partir de ese momento, el cautiverio de Martjin y su guía nos emplazará a un enigmático almacén donde irán entrando en escena otros miembros del grupo terrorista, quienes no dudarán en emplear los métodos más espeluznantes para obtener la información que desean, si bien la duda se instalará en el espectador al ignorar la finalidad real de los datos que pudieran conseguir, mientras Martjin no cesará en ningún instante en su firme propósito de huir y retomar su antigua vida.

    Lo que pasará entre las paredes de aquel almacén lo dejo para los amantes del suspense que quieran deleitarse con los descubrimientos que vayan haciendo a medida que transcurre la película.

    lunes, 1 de octubre de 2007

    Cara a cara

    Esta noche quise mirar la luna y bañarme en su luz. Esta noche quise contemplar el cielo y emborracharme de estrellas. Simplemente no pude.

    Mi mirada perdida, mis ojos húmedos, tantas noches tristes, tantos días solos, pero mi llanto no era un cántico de desesperación, sino una oda al amor.

    Mis lágrimas, tantas veces contenidas, mi sonrisa, tantas veces desdibujada, fluían por amor y, aunque su sabor amargo, secaba mi garganta, una extraña mueca de felicida abrazaba mi corazón.

    Una bella melodía hacía bailar mi alma entre sonrisas y lágrimas. Unas notas mudas inundaban mi soledad. ¡Cuán náufragos nos llegamos a sentir al amar!.

    Pero no, no lloro por tu ausencia, ni siquiera lloro por saber que no te tendré. Lloro por saborear el dulce trago..., lloro ante el embriagador aroma de ese sentimiento llamado amor.

    ¡Qué insignificantes nos sentimos ante el ser amado!, ¡qué gigantes nos volvemos a sentirnos amados!, ¡qué vulnerables nos convertimos en sus manos!...

    ¿Cómo explicártelo?, ¿cómo hacer que lo entiendas?. Sólo dándote amor, podrás comprender que éste nace con una sonrisa, crece con un beso y acaba con un lágrima.

    Cara a cara, me encontré una luz deslumbrante, cegadora, desconocida, pero me permitía vislumbrar que, tras ella, estarías siempre tú.

    Asustada, temblorosa, quizás hasta avergonzada, tendí mi humilde mano para alcanzar, para tocar, para sentir aquella luz y experimenté su tacto tan suave, tan reconfortante, pero, al abrir mis ojos, percibí tu mano aferrando la mía y una lágrima bautizó aquel instante para la eternidad.

    En ese momento, comprendí que aferrar tu mano por primera vez es aferrarla para siempre.

    Los días pasarán, las noches llegarán, los años caerán, pero ese mágico y tímido gesto perdurará imborrable sin que los otoños le afecten, ni los huracanes lo azoten.

    Querría escribir más palabras llenas de sentimientos, querría construir una canción, querría detener el tiempo, pero nada ni nadie podrá cambiar, ni siquiera podrá deshacer el lazo de tu mano asida a la mía. ¿Entiendes?

    Podría besar tus labios hasta que se secaran, podría mesar tus cabellos hasta que se tornaran grises, podría acariciar tu piel hasta que perdiera su juventud, podría decirte "te amo" hasta que mi tímida voz se apagara, pero tu mano y la mía permanecerían unidas con la misma magia en la tierra y en el cielo.

    ¿Puedes comprenderlo? ¿Sabes qué quiero decirte?
     

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