domingo, 30 de septiembre de 2007

En memoria de N.K.O.T.B

Sé que has estado revolviendo en la parte superior del mueble que hay en la pared derecha de mi buhardilla, donde guardo todas mis selecciones musicales, porque has vuelto a dejar descolocados algunos álbumes y, en especial, la discografía completa de un grupo que despertó mis sentidos a la magia que encierra la música y me hizo amarla como lo hago: New kids on the block.

Sí, por desgracia, también puedo escuchar el eco de cierta risa burlona entre tus dientes ante este descubrimiento, ya que conozco las reacciones que provoca ese nombre en la gente, si bien, lejos de avergonzarme, ello refuerza la deuda contraída con lo que representa ese grupo en mi vida.

Pensarás que me dejé hipnotizar por sus rostros bonitos, pero, en mi favor y en el suyo, debo señalar que el primer encuentro no fue visual, por lo que has de permitirme ante tu hallazgo, honrar su memoria y ser fiel a la verdadera historia.

En una tarde solitaria de hace muchos años, conecté la radio del equipo de música de mi hermano, cuando, de repente, estaba sonando una canción que irradiaba por sí sola, de la cual ignoraba su título y, por supuesto, sus intérpretes. Mientras se escuchaban las últimas notas, el comentarista reveló el nombre de la canción llamada “You got it (the right stuff”) y, por supuesto, los magos que se escondían tras aquellas voces: Danny Wood, Donnie Wahlberg, Jordan Knight, Joe McIntyre y Jonathan Knight, componentes de New kids on the block.

Fue tal el hechizo que ejerció esa canción sobre mí que, al día siguiente y sobre la misma hora, corrí de nuevo hacia el equipo de música con la esperanza de escuchar aquel tema. Hubo suerte, pude disfrutar otra vez de ese espectáculo. Sin embargo, no ocurrió lo mismo en los días posteriores en los que tuve que convivir con la incertidumbre de si volvería a tener alguna noticia más de su existencia, ya que en aquella época no contaba con los medios tecnológicos actuales, léase Internet.

Grande fue mi sorpresa al comprobar que New kids on the block pasaron de ser unos desconocidos para convertirse en un fenómeno musical a nivel mundial que invadió portadas y portadas en revistas y programas de televisión y radio al representar el nuevo ritmo negro con caras blancas.

Si bien siempre cargaran con la fama de “boy-band”, que devolvió las imágenes de fans enloquecidas al igual que sucediera, en su momento, con los Beatles, yo siempre me alejaré de ese panorama. Nunca les consideré un producto musical, ni me identifiqué con sus seguidores.

Para mí, estaba y estarán por encima de aquella parafernalia que les rodeaba, porque, al fin y al cabo, son cinco seres humanos unidos por una pasión: la música, pasión que me transmitieron en una cuantía sin valor.

Su viaje comienza en 1984 de la mano del productor musical Maurice Starr, quien decidió probar la fórmula de éxito alcanzada con New Edition (entre sus miembros, estaba Bobby Brown), pero esta vez con un grupo de chicos blancos. De este modo, Boston se convirtió en el centro de operaciones, saliendo del barrio de Dorchester cuatro de sus integrantes, amigos y compañeros de la escuela (Donnie Wahlberg, Danny Wood y los hermanos Jordan y Jonathan Knight), a los que se uniría un quinto chico (Joe McIntyre), más joven y procedente del barrio de Jamaica Plain.

En un principio, tuvieron que soportar ser conocidos como NYNUK, para, después, adoptar el nombre de New kids on the block, título de una de las primeras canciones compuestas por Donnie Wahlberg, la cual fue incluida dentro de su primer trabajo discográfico publicado en 1986. Sin embargo, no sería hasta 1988 con la edición de “Hangin’ tough” cuando se destapó el tarro de sus esencias que le conduciría al éxito mundial mediante temas como “I’ll be loving you forever”, “Please, don’t go girl”, “You got it (the right stuff)”, “Cover girl” o el propio “Hangin’ tough”.

A partir de ese momento, extenderían su reinado durante el comienzo de los 90 con otro disco titulado “Step by step”, cuyo tema del mismo nombre les alzaría al número uno de las listas mundiales, al mismo tiempo que colocaban en ellas los singles “Tonight” y “Let’s try it again”.

No sólo arrasaban en ventas, sino también con los reconocimientos en forma de premios, si bien no tardarían en salirles enemigos con todo tipo de acusaciones, lo que unido a algunos pequeños incidentes protagonizados por algún miembro de la banda, les llevó a un merecido, pero forzado descanso, pues se habían mantenido de gira a lo largo del mundo durante tres años.

En ese temporal retiro, los cinco miembros se dieron cuenta de que habían crecido y que necesitaban hacer un trabajo con el que se identificaran, lejos de la batuta de Maurice Starr, por lo que se encerraron en un estudio del que saldrían en 1994 con un disco bajo el brazo titulado “Face the music” y reduciendo su nombre a las iniciales: N.K.O.T.B. Al margen de las críticas cosechadas, no sé si éste es su mejor trabajo, pero sus temas brillan con luz propia y representará siempre su alma dentro del panorama musical.

Después de este último álbum, New kids on the block decidieron separarse y cada uno de sus miembros tomó caminos diferentes dentro del “showbusiness”, salvo Jonathan Knight quien se ha desvinculado completamente.

Por su parte, Donnie Wahlberg abandonó hasta la producción de otros artistas para convertirse en actor, siendo muy destacada su actuación en "El sexto sentido" o en la saga de "Saw".

En cambio, Jordan Knight y Joey McIntyre han seguido con sus carreras musicales, publicando diversos trabajos con mayor o menor éxito, mientras Danny Wood se ha dedicado también a producir sus propios álbumes con un marcado carácter intimista.

En definitiva, el mundo de la música aún conserva ciertas pinceladas del sonido New kid on the block para desgracia de sus detractores y para favor de sus fans.

A raíz de los laureles alcanzados, empezaron a proliferar otras bandas de chicos con la idea de emularles, aunque New kids on the block siempre serán los únicos por más que muchos de sus seguidores oculten ahora su fervor por ellos.

Sólo puedo agradecerles a New kids on the block haberme acercado al mundo de la música y dejarme embriagar por la esencia que ésta desprende.

Para mí, ese ha sido el verdadero legado de estos cinco chicos, si bien nunca dejaré de emocionarme con canciones como: “This one’s for the children”, “Games”, “Valentine girl”, “Baby, I believe in you”, “Dirty dawg”, “My favourite girl”, “Didn’t I (blow your mind this time)”, “Never let you go”, “I need you”, “I can’t believe it’s over” y un largo etcétera.

sábado, 29 de septiembre de 2007

¿Qué haces en el suelo?

Aún resuenan en mi cabeza los ecos de esa pregunta formulada inocentemente por mi “otro lado de la cama”, cuando sufrí un percance que ahora se me torna en imagen del programa “Escenas de matrimonio” por las risas que nos provoca su recuerdo, pero que no estuvo exento de su factura.

En una mañana de hace tres años, decidí acompañar a mi “otro lado de la cama” a realizar unas cuantas gestiones burocráticas por la ciudad, habiendo desechado la idea de utilizar el vehículo para caminar y hacer ejercicio.

Pues, bueno, fuimos dando buena cuenta de los asuntos pendientes, por lo que nos quedaba tiempo suficiente para acercarnos a una tienda de ropa que quería visitar. Así, durante el trayecto hacia la misma, mi “otro lado de la cama” optó sin previo aviso ni consulta por cambiar su rumbo, cruzando de acera con el fin de ver los anuncios de una agencia de viajes, hecho que conocí después de mi infortunio.

Emulando a Fernando Alonso en cualquiera de sus luchas fraticidas con sus rivales, seguí su estela decididamente, hasta que mi marcha se vio interrumpida por una salida de pista: sorteando los coches aparcados, fui a bajar la acera, cuando sentí un enorme dolor en mi tobillo izquierdo, seguido de un aterrizaje sin frenos de toda mi largura contra el negro asfalto.

En ese momento, escuché la voz de mi “otro lado de la cama” procedente de la acera contraria, diciendo: ¿Qué haces en el suelo? Me levanté como un resorte, a pesar de la incesante sensación de daño que comenzaba a experimentar en mi pie, entre una mezcla de enrojecida cólera y vergüenza. No entendía muy bien aquella pregunta, mientras yo no cesaba de mirar alrededor y rezar porque nadie me hubiera visto dar semejante traspiés.

Cruzó raudo y veloz ante mi gesto torcido, al mismo tiempo que yo le preguntaba con cierta sorna si creía que me había tirado a sus pies como muestra de amor e intentaba sentarme en un banco cercano dada la intensidad del dolor de tobillo que me estaba produciendo hasta mareos.

En resumen, una de esas canalizaciones que mejoran el desagüe de lluvia en sus días más intesos provocó esta anécdota para el recuerdo, aunque también el consiguiente esguince de tobillo que los cambios de tiempo se empeñan en recordarme.

La moraleja de la historia es que procures mirar donde pisas, por muy bonito que sea el trasero que tengas delante… (Jeje)

jueves, 27 de septiembre de 2007

Felicidades, Coque

Esta es mi dedicatoria:

Eres un amanecer en medio de mi noche, eres un rayo de sol en plena tormenta, eres una sonrisa entre mis lágrimas.

Por eso, hay una estrella en el firmamento con tu nombre dentro. Es la que más adoro, es la que más quiero. Su luz me alegra las noches mientras pido un deseo: poder encontrarte siempre a mi lado...

"Felicidades... y gracias por todo lo bueno que hay en tí. De día en día, de año en año, déjalo crecer..."

miércoles, 26 de septiembre de 2007

La vida viene en fragmentos y no podemos saber si son una fortuna o una desgracia...

En una aldea había un anciano muy pobre, pero al que hasta los reyes envidiaban porque poseía un hermoso cabello blanco. Los reyes le ofrecieron cantidades fabulosas por el caballo, pero el hombre decía:
-Para mí, él no es un caballo, es una persona. ¿Y cómo se puede vender a una persona, a un amigo?

Era un hombre pobre, pero nunca vendió su caballo.

Una mañana descubrió que el caballo ya no estaba en el establo. Todo el pueblo se reunió diciendo:
- Estúpido. Sabíamos que algún día te lo robarían. Hubiese sido mejor venderlo. ¡Qué desgracia!

- No vayan tan lejos -dijo el viejo-. Simplemente digan que el caballo no está en el establo. Éste es el hecho, lo demás es juicio de ustedes. Si es una desgracia o una fortuna, no lo sé.

La gente se rió del viejo. Ellos siempre habían pensado que estaba loco. Pero después de 15 días, el caballo regresó. No había sido robado, se había escapado. Y no sólo eso, sino que trajo consigo una docena de caballos salvajes y jóvenes. De nuevo se reunió la gente diciendo:
- Tenías razón, viejo. No fue una desgracia, sino una verdadera suerte.

- De nuevo están yendo demasiado lejos. Digan sólo que el caballo ha vuelto. ¿Quién sabe si es una suerte o no? Están leyendo una palabra en una frase, ¿cómo pueden juzgar el libro entero?

Esta vez la gente no dijo mucho más, pero por dentro sabían que estaba equivocado: habían llegado doce caballos hermosos...

El viejo tenía un hijo que comenzó a entrenar a los caballos. Unas semanas más tarde se cayó de uno y se rompió las piernas. La gente volvió a juzgar:
- De nuevo tuviste razón. Era una desgracia. Tu único hijo ha perdido el uso de sus piernas y él era tu único sostén. Ahora eres más pobre que nunca.

- Están obsesionados con juzgar -dijo él-. Sólo digan que mi hijo se ha roto las piernas. Nadie sabe si es una desgracia o una fortuna. La vida viene en fragmentos y nunca se nos da más que esto.

Poco después, el país entró en guerra y todos los jóvenes del pueblo fueron llevados al ejército. Sólo se libró el hijo del viejo porque estaba lisiado.. El pueblo entero lloraba porque sabían que la mayoría de los jóvenes no volvería.
- Tenías razón, viejo. Aunque tullido, tu hijo sigue contigo. Los nuestros se han ido para siempre...

- Siguen juzgando. Sólo digan que sus hijos han sido obligados a unirse al ejército y que mi hijo no ha sido obligado. Nadie sabe si es una desgracia o una suerte que así suceda.


Anónimo egipcio

“Tal como éramos”

Seguro que ya habrás estado indagando en mi extensa filmoteca y te habrá sorprendido que, a pesar de mi juventud, tenga cierta querencia hacia los clásicos.

Así que hace unos días decidí dejarme sorprender de nuevo por uno de ellos, siendo la película elegida: “Tal como éramos” (1973).

Desde el director (Sydney Pollack) hasta los protagonistas (Robert Redford, Barbra Streisand), pasando por algunos secundarios de lujo (James Wood), hacen vibrar tu lacrimal a través de una historia de encuentros y desencuentros entre una pareja con tendencias ideológicas diferentes que marcará su devenir.

El encuentro casual de Katie Morosky (Barbra Streisand) con el oficial del ejército americano (Robert Redford) en un local de Nueva Cork, devuelve a ésta “flashes” de su época universitaria donde compartieron alguna que otra anécdota imborrable para la protagonista.

Quizás ese amor platónico que representaba Hubbel para Katie imprime la trama de la película. De esta forma, nos harán partícipes del inicio de su relación sentimental y de los derroteros que ésta irá tomando por la personalidad de cada uno de ellos.

Me quedó con el sensacional trabajo de Barbra Streisand en su papel de abnegada enamorada, que sufre una auténtica metamorfosis en su lucha contra las dificultades que se le presentan, logrando como nunca lo había vivido que el espectador pueda palpar sus emociones. ¡¡¡Snifff!!!.

No desmerezco el papel de Robert Redford, cumplidor con creces, de ese hombre con sueños alejados a los de su pareja y que le retratan como distante ante todo lo que parece estar sucediéndole.

Al margen de encontrarse dos personalidades opuestas, el clima social y político en que se desarrolla la historia tampoco contribuye al porvenir de la relación: ambiente prebélico y postbélico de la Segunda Guerra Mundial o la Caza de Brujas en Hollywood, lo que hace que sean más manifiestas las distancias de pensamiento entre los protagonistas: Barbra Streisand se muestra como una mujer con las mismas inquietudes reivindicativas que tenían en la Universidad, mientras Robert Redford parece mantenerse al margen de todo.

Por supuesto, es de destacar la Banda Sonora Original, premiada con un Óscar, de la que sobre sale el hit “That way we were” magistralmente interpretado por la propia Barbra.

Lo único que siempre recordaré es esa escena final donde el sufrimiento supera la ilusión y fantasía del romance.

martes, 25 de septiembre de 2007

Anónimo

El joven discípulo de un filósofo sabio llega a casa y dice:

- Maestro, un amigo habla de ti con malevolencia…

- ¿Hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?

- ¿Las tres rejas? -preguntó él.

- Sí, la primera es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente
cierto?

- No, lo oí comentar a unos vecinos.

- Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?

- No, en realidad, no. Al contrario.

- ¡Ah, vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber esto que tanto te inquieta?

- A decir verdad, no.

- Entonces… -dijo el sabio sonriendo-, si no es verdad ni bueno ni necesario, sepultémoslo en el olvido.

D.E.P

Desde este humilde rincón, enviar mis más sinceras condolencias a las familias de los dos miembros del contingente español en Afganistán fallecidos tras un atentado terrorista.

A la memoria de Stanley Mera Vera y Germán Pérez Burgos van dedicadas estas líneas.

Por un lado, no puedo abstraerme de la realidad del Ejército español al ser familiar de un soldado que ha participado en numerosas misiones de paz en el extranjero, incluyendo Afganistán, ya que comprendo perfectamente qué se siente al tener un ser querido lejos y en una zona en conflicto y, por otro, debo agradecer la labor encomiable que los integrantes españoles de la ISAF (Fuerza de Asistencia a la Seguridad en Afganistán de la ONU) vienen desarrollando.

Espero y deseo que no se siga pagando con vidas humanas el objetivo de reestablecer la paz que el Ejército español lleva a cabo sea el país donde se encuentre desplegado.

Descansen en paz.

sábado, 22 de septiembre de 2007

Postales de Navarra: Pamplona

Aunque he estado conociendo las maravillas que ofrecen otros países, la verdad es que no hace falta cruzar las fronteras de la península ibérica para disfrutar de la belleza y misterio de una ciudad como Pamplona o Iruña (en euskera).

Son muchos los rincones que no debes dejar de perderte, pero si me permites, únete a mi ruta personalizada que toma como punto de partida disfrutar de un reconfortante desayuno en la terraza del “Café Iruña”, desde la que podrás deleitarte con la panorámica de la Plaza del Castillo. Esta cafetería conserva aún su estética del siglo XIX, que te hace viajar en el tiempo con las fotografías que adornan sus paredes.

Después nada mejor que recrearse visitando, por las calles de su Casco Viejo, lugares de interés como el Ayuntamiento, la Catedral de Santa María, las Murallas, la Iglesia de San Lorenzo y la de San Nicolás, haciendo alguna parada reglamentaria para todo turista en las tiendas que venden los recuerdos típicos. Lógicamente en este marco incomparable transcurre cada año uno de los acontecimientos que más ha difundido el nombre de Pamplona por todo el mundo: el Encierro de las Fiestas de San Fermín, al que posteriormente haré mención particular.

En sus proximidades, esperan sitios como el Paseo de Sarasate, la Cámara de Comptos o el Baluarte.

Si necesitas recargar el depósito para continuar la marcha, no dejes de pasar por la calle San Nicolás o Estafeta, decoradas con establecimientos hosteleros donde podrás degustar un buen vino acompañado de las más deliciosas tentaciones culinarias en forma de pinchos, cada cual más original. Eso sí, prepara la cartera porque Pamplona no se caracteriza por ser una ciudad barata, aunque permítete el lujo de acudir a “El Gaucho”, bar ganador durante varias ediciones del certamen anual de pinchos.

En caso de que hayas agotado el presupuesto con vinos y pinchos, te veo comiendo en el McDonald’s, porque, a pesar de que la oferta de menús es diversa, tampoco es apta para todos los bolsillos, pudiendo contar de nuevo con el “Café Iruña” para comer, ya que resulta económico y disponen de una buena cocina, pero tiene como contrapunto que, en ocasiones, no encuentras ni una mesa para sentarte al no hacer reservas.

Otra opción, si cuentas con vehículo propio, es desplazarte a alguna de las localidades próximas a Pamplona, no están a más de cinco minutos, donde existen numerosas sidrerías con platos muy atractivos, aunque en algunos casos un poquito perjudiciales para el bolsillo. Destacaría “Martintxo” y“La Cochera” en Cizur Menor y “Erreleku”en Cordovilla.

Tras el café y si no eres de siesta, te aconsejo un paseo por la Ciudadela, el Parque de la Taconera o Yamaguchi, con suficiente espacio verde para tumbarte a reposar. Por si te entran las ganas de una cerveza, en la zona de Yamaguchi cuentas con varias cervecerías, pero las de más renombre son “Gallipot” y “Orient Express”.

La hora de la cena tampoco es tarea sencilla si tienes un presupuesto ajustado, pero se pueden elegir sitios como “Entre tapas y vinos”, próximo al Paseo de Sarasate y al Baluarte, o “La Tabla Tomasa”, en el barrio de San Juan, aptos para los estómagos más exigentes.

Dependiendo de las fuerzas que aún queden, es el momento de conocer la noche que se distribuye en dos zonas específicas: Casco Viejo o Barrio de San Juan, concretamente, la Avenida de Bayona. Hay locales para todos los gustos, pero de más renombre tendríamos “Phantom”, “Vaivén”, “Marengo”, “Soho”, “Beer Station”, "Mibor", “Reverendos”.

Y, llegada las cuatro de la mañana, toca darle un respiro al cuerpo y retirarse a descansar para iniciar una nueva jornada peregrinando a alguna de las poblaciones más conocidas de la Comunidad: Tafalla, Olite, Tudela, Estella, etc.

Sin embargo, Pamplona destaca, entre otras cuestiones, por la transformación que sufre cada año con su fiesta más popular: los Sanfermines, que tienen su bandera de salida con el lanzamiento del "chupinazo" desde el balcón del ayuntamiento significa a las doce horas del día 6 de julio y su cierre se produce a las cero horas del día 14 de julio con el "Pobre de Mí", una canción de despedida.

Entre los días 7 al 14 de julio, tiene lugar una de las actividades más famosas de esta fiesta: el "Encierro". A las ocho horas, miles de personas armadas de valor se disponen a correr delante de los toros en un recorrido de 825 metros por calles adoquinadas con una duración de entre dos y tres minutos. Este recorrido se realiza a lo largo de las calles de la parte vieja de Pamplona. Se inicia en los corralillos de la cuesta de Santo Domingo para continuar hasta la Plaza del Ayuntamiento, girando a continuación por la calle Mercaderes que conduce a la calle Estafeta, para finalmente iniciar el tramo de Telefónica hasta el callejón que entra a la Plaza de Toros.

Durante esas fechas, las calles se viste de un colorido mosaico de pamploneses de toda la vida y cientos de turistas de todas partes del mundo y españoles con ganas de saborear las maravillas que el escritor Ernest Hemingway se encargó de difundir mediante su libro "Fiesta".

lunes, 17 de septiembre de 2007

Dos luchas a las que me uno desde hace tiempo

En este mundo que me ha tocado vivir, existen demasiados frentes en los que luchar, lo que no quiere decir que hayas de hacerlo fúsil en ristre, sino que cuentas con otras armas menos destructivas y más poderosas como puede ser la palabra.

Desde aquí, quiero unirme a las batallas que cada día se libran contra dos de los grandes males que afectan a la sociedad moderna: el cáncer y el terrorismo, de los cuales no estamos exentos ninguno de sufrir en nuestras propias carnes.

Lanzo un soplo de ánimo a cada una de las personas que deben enfrentarse al cáncer. Por un lado, un mensaje de apoyo a los enfermos que con grandes dosis de coraje hacen frente al cáncer para que no se desanimen en su continua pugna por librarse de los efectos devastadores que esta enfermedad provoca y que, como todos conocemos, se puede vencer. Ya se sabe que hasta el pitido final no se debe dar por perdido ningún partido. Por otro, aliento para los investigadores que se devanean sus sesos en la quimera de hallar la fórmula con la que combatir y vencer el cáncer.

Aunque, en un principio, el terrorismo constituía una plaga para los ciudadanos españoles, una de las consecuencias de la globalización es que, en la actualidad, se ha transformado en un problema a nivel mundial tras la aparición del terrorismo islámico.

En España, no sólo nos enfrentamos al conflicto vasco, sino también a las acciones letales de la Yihad, ya que hemos sufrido en nuestras propias carnes y seguimos sufriendo sus perjuicios contabilizados en víctimas mortales. Los sistemas policial y judicial han despertado a golpe de atentado para acrecentar los medios empleados con los que pelear contra el terrorismo, desde la colaboración entre países, el incremento de efectivos policiales dedicados a la lucha antiterrorista hasta la modificación de las leyes a nivel penal.

No estamos ante un problema que le pueda suceder al vecino de al lado porque, en cualquier momento, esa sombra puede cernirse sobre nosotros y ser implacable sino estamos concienciados para aunar esfuerzos con el fin de mitigar sus secuelas y, en la medida de lo posible, contribuir en ambas luchas.

Por tanto, seamos globales no sólo para aprovecharnos de los beneficios, sino también para contribuir con nuestro granito de arena a apagar los ecos del cáncer y el terrorismo.

“…Cambiar el mundo, cambiar el rumbo… que arda el hielo y que el fuego calme la sed… que sonría el pesimista…que exploten los terroristas… que todos los charlatanes tenga en la boca un nudo… que sólo sean de cerveza los tanques… que se rompan las cruces… que las pistolas y los rifles sólo disparen agua… que sólo diseñen modas y no drogas… Cambiando el mundo… desde el cero al infinito… desde mi mente a tu mente… que África sea tierra mágica y no trágica… que lo diferente no provoque miedo… que el amor gane al dinero… que deje de fluir el rencor por nuestras venas…” (“Cambiando el mundo” de Nach Scratch)

sábado, 15 de septiembre de 2007

Una recomendación literaria

Vamos a ver… ¿dónde está la e?... c… d… mmm…mmm.. aquí… Bueno, mi colección bibliográfica se va completando con mi última lectura, que me ha enganchado desde las primeras páginas por su combinado magistral de realidad y ciencia-ficción.

El libro se titula “El Afgano” de Frederick Forsyth, autor de las mejoras obras de intriga de los últimos años. La verdad es que éste es uno de mis géneros preferidos.

La columna vertebral de esta obra la constituye la infatigable lucha de los servicios de inteligencia americanos contra la organización terrorista al-Qaida y, en especial, contra su líder: Osama Bin Laden, por lo que Frederick Forsyth ha construido una verdadera trama de intriga alrededor de uno de los temas de mayor actualidad.

Un teléfono móvil intervenido pone en alerta a los servicios de inteligencia americano e inglés ante la preparación de un atentado de gran envergadura por parte de los terroristas islámicos. Son miles las fuentes consultadas en busca de mayor información, todas ellas inútiles, por lo que, finalmente, ambos servicios deciden poner en marcha la Operación Palanca, que llevara a un militar retirado a infiltrarse en el lado enemigo, tras ser elegido por sus conocimientos de árabe, su aspecto físico y el hecho de haber conocido en una antigua misión a un miembro de esta organización terrorista, preso en la actualidad en la prisión de Guantánamo.

A partir de aquí, comienzan duros meses de preparación hasta dar comienzo en el terreno la Operación Palanca, que llevará a su protagonista a vivir situaciones extremadamente peligrosas y tensas, sobre todo, al encontrarse solo sin más ayuda que su propia capacidad de improvisación e ingenio.

El resto será mejor que lo leas, porque no te va a defraudar.

La única pregunta que me planteo es si, en este caso, la realidad supera a la ficción.

viernes, 14 de septiembre de 2007

Melodías que no puedes dejar de tatarear...

Con tanta ida y venida, necesito mi sillón para descansar un rato. Pondré algo de música. Eso sí, hoy tocan esas canciones cuyas notas no puedo dejar de canturrear en mi cabeza a pesar de haberlas escuchado dos veces, y no precisamente, en la radio.

A veces, me pasa que, estando en mitad de la sección de congelados del supermercado, descubro mis pies siguiendo el compás mental de una melodía que he escuchado en una película que, ni siquiera, es conocida.

Tengo la extraña atracción por largometrajes que muchos calificarían de auténticos bodrios, pero que me han llevado en más de una ocasión a disfrutar con sus bandas sonoras, ni mejores ni peores, si bien las mismas me han cautivado, hasta el punto de patearme tiendas de música en su búsqueda, cuyo resultado ha sido siempre infructuoso. Menos mal que Internet nos brinda la posibilidad de hallar en cualquier punto del mundo lo que ansiamos.

Recientemente, he buceado en mi filmoteca, rescatando de lo más profundo un par de rarezas inclasificables que me encantan, cuyos títulos no os dirán nada: “Jóvenes talentos” y “Camp. Refugio de artistas”, pero, bueno, para gustos se hicieron los colores. Por cierto, mi favorito es el azul, ¿y el tuyo?

Ambos filmes no tienen nada de especial, ni destacan sus argumentos, quizás más bien típicos y previsibles, hasta resultarán aburridos para algunos, pero sus composiciones musicales forman una rara especie que se instala en tu cabeza y comienza a invadirte con sus notas, las cuales no puedes parar de tatarearlas mentalmente.

Por un lado, “Jóvenes talentos” hace que, a través de cada canción, vayas viviendo los diversos estados de ánimo de sus protagonistas: Luke (Steven Strait) y Brier (Pell James), cuando sus vidas profesionales como cantante y modelo respectivamente se cruzan por casualidad en Los Ángeles, devolviéndoles a su memoria una anécdota del pasado: su fugaz encuentro en el metro de Nueva York.

Temas como “Boomerang”, “Half lit”, “Never said anything”, “This is living”, “Undiscovered” (título real de la película), “Smart in a stupid way”, “That’s why I love you”, etc... han pasado a formar parte de mi galería musical como un referente esencial.

Por otro lado, “Camp. Refugio de artistas”, título de la otra rareza, ya lo dice todo por sí solo: un campamento de verano es el escenario donde jóvenes artistas soportan hasta la extenuación clases y actuaciones enfocadas a poner en escena ante un público real lo adquirido durante ese tiempo, mezclándose todo ello con las propias historias personales de sus protagonistas marcadas por su homosexualidad, su soledad, su afán de superación, el rechazo paterno, sus traumas, etc., estando salpicadas por canciones como “I sing for you”, “Wild horses”, “Right on be free”, “Skyway”, “I believe in us”, “Round are way”, etc…

Destaco, entre todos, el fabuloso corte “Century plant” con el que logro evadirme del mundo exterior en esta buhardilla.

Son como un virus que ha contagiado mi mente hasta transformarla en un potente altavoz que no cesa de reproducir sus notas.

"...Only once in a hundred years, it flowers gracefully... and you never know when it will bloom.. Hey!.. Do you wanna come out and play the game?... It's never too late... Clementine Hunter was fifty four, before she packed up and came... Old Uncle Taylor was eighty one.. when he rode his bike.. across the plains of China... Now he brings roses to his sweetheart.. she lives most any where... he sees someone sufferin'... he knows that despair... Hey!.. Do you wanna come out and play the game?... It's never too late... " ("Century plant" de The Company (Camp OST)

sábado, 8 de septiembre de 2007

Día d'Asturies

Hoy es día especial para todos los asturianos repartidos por el mundo, sabedores que, gracias a la Ley 5/1984, de 28 de junio, por la que se instituye el Día de Asturias, se establece lo siguiente:

Artículo 1.- Se declara Día de Asturias la fecha del ocho de septiembre, que tendrá, a todos los efectos, carácter de fiesta regional.

Artículo 2.- El Día de Asturias se celebrará institucionalmente en la localidad que se determine por el Consejo de Gobierno del Principado de Asturias.

Por tanto, esté donde esté cada ocho de septiembre mi corazón se viste de los colores de la bandera de Asturias, además de tener un recuerdo para la Virgen de Covadonga, patrona de la tierrina y conocida por todos como la Santina, cuya festividad coincide en la misma fecha.

No me queda más placer que entonar en mi cabeza las notas de dos himnos muy arraigados entre los asturianos. Primero, el oficial y tan conocido:

"Asturies, Patrida Querida, Asturies de mis amores...¡Ai! ¡Quien tuviera n'Asturies en toes les ocasiones!... Tengo de subir al árbol, tengo de coyer la flor, y dá-yla a la mío morena que la ponga nel balcón... Que la ponga nel balcón, que la dexe de poner, tengo de subir al árbol y la flor tengo coyer..."

Finalmente, el de la Santina: "... Bendita la Reina de nuestra montaña , que tiene por trono la cuna de España y brilla en la altura más bella que el sol. Es Madre y es Reina. Venid, peregrinos, que ante ella se aspiran amores divinos y en ella está el alma del pueblo español...Dios te salva, Reina y Madre del pueblo que hoy te corona en los cánticos que entona te da el alma y corazón causa de nuestra alegría, vida y esperanza nuestra, bendice a la Patria y muestra que sus hijos tuyos son.... Como la estrella del alba brilla anunciando la gloria y es el pórtico la gruta del templo de nuestra historia. Ella es el cielo y la fe, y besa el alma de España quien llega a besar su pie... Virgen de Covadonga, Virgen gloriosa, flor del cielo que aromas nuestra montaña, tú eres la más amante, la más hermosa, Reina de los que triunfan, Reina de España. Nuestros padres sus ojos a tí volvieron y una patria en tus ojos adivinaron con tu nombre en sus labios por ti lucharon con tu amor en las almas por ti vencieron..."

viernes, 7 de septiembre de 2007

D.E.P

Más vale tarde que nunca para dedicar un huequecito en este blog a una de las grandes voces de la ópera: Luciano Pavarotti, fallecido a los 71 años a causa de una insuficiencia renal.

El alma de su voz siempre nos recordará lo grande, en todos los sentidos, que fue como persona, no sólo como artista.

Desde aquí, mis más sinceras condolencias a toda su familia y seguidores.

Descanse en paz.

jueves, 6 de septiembre de 2007

Un artista de la tierrina: Pablo Moro

Aunque mis gustos musicales suelen vestirse con palabras anglosajonas, tengo que reconocer que, a veces, debo rendirme a las excelencias del castellano y, más, si van firmadas por gente de la casa.

Hace tiempo que descubrí, por casualidad, a Pablo Moro, un cantautor asturiano que me sigue sorprendiendo gratamente con sus composiciones, a pesar de no conocer nada sobre él, no quedándome más remedio que recurrir al invento cibernético de los buscadores para saber un poco más de su persona, raíces y otros extremos de interés.

Cierto es que las letras de sus canciones tienen un significado especial para mí, quizás, tal vez, por eso, de trasladarme mentalmente a mi añorada Asturias, pero también por narrar historias cargadas de realidad que transmiten excelentes sensaciones y, sobre todo, por ser fecho en casina.

Se nota que ha bebido de grandes cantautores como Sabina, Bob Dylan o Serrat y que no ha llegado a la escena musical con el gran "hit" del año, sino como un arduo pateo de escenarios por toda la geografía española.

Su debut con el trabajo discográfico "Emepetreses" supone un enriquecimiento más a la cultura de la música, siempre con un sello personalísimo en cada melodía, lo que le llevó en 2006 a ser galardonado con el premio AMAS (Anuario de la Música en Asturias) en la categoría de mejor letrista (por algo será, ¿no?).

Espero y confío en que este artista disfrute de una dilatada vida profesional, porque deseo seguir emocionándome con sus canciones durante muchos años.

Por ahora, nos deja su nuevo disco "Smoking point".

"... Si te vas, llegará cada tarde como una ola de mar a desgastarme... Dejarán de cruzarse las calles que llevaban tu nombre, que hablaban de tí... Hará mucho frío en el parque que, buscando tus ojos, recorrí... Si te vas, quién llenará el hueco que dejará tu silueta de madrugada... Tendrás que cargar con el peso de toda nuestra tristeza en tu equipaje... será tu viaje el peor de nuestros sueños... nos haremos mucho más pequeños... Si te vas, que no sea muy lejos... ni para mucho tiempo... porque si te vas, tendré que echarte de menos..." ("Tus ojos" de Pablo Moro)

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Otro corazón rebelde: Javier Gómez Noya

Aún resonando en el mundo del fútbol los ecos de la muerte de Antonio Puerta, no puedo, ni quiero olvidarme de hacer mención a otro deporte que me apasiona y que cuenta con otro corazón rebelde: el triatlón, quizás uno de los deportes más duros que existen con un combinado de tres disciplinas: Natación, ciclismo y carrera a pie.

Posiblemente, así de primeras, te asustes pensando en el archiconocido Ironman, prueba de triatlón donde sus distancias son abrumadoras: 3.800 metros de natación, seguidos de 180 kilómetros de ciclismo y, como postre, una maratón, ya sabes, 42 kilómetros dándole al correr.

Al margen de la anterior, existen otros triatlones con distancias más asequibles para los más preparados: Olímpico (1.500 metros de natación; 40 kilómetros de ciclismo y 10 kilómetros de carrera a pie); Sprint (750 metros de natación, 20 kilómetros de ciclismo y 5 kilómetros de carrera a pie); y Half Ironman (1.900 metros de natación, 90 kilómetros de ciclismo y 21 kilómetros de carrera a pie).

Aunque para muchos el triatlon sea todavía un gran desconocido, contamos en España con grandes especialistas que están dando muchísimas alegrías a la afición como Iván Raña, los hermanos Llanos (Eneko y Héctor), Ana Casares, Marcel Zamora, Ana Burgos y, sobre todo, Javier Gómez Noya.

La historia de este último es la de un superviviente que se sublevó contra un dictamen médico que le prohibía competir por un problema cardíaco: valvulopatía aórtica congénita. Lejos de amilanarse ante tal diagnóstico, que le llevó a perder su licencia federativa hace ocho años, este gallego hizo sus maletas a Francia y siguió entrenando y participando en diversas pruebas alcanzado resultados más que notables.

En la actualidad, Javier Gómez Noya representa a España en las diferentes competiciones de triatlón, bajo su propia responsabilidad y la de sus médicos (Nicolás Bayón y Steve McKenna), tras ser obligado a firmar un documento según el cual los médicos del Consejo Superior de Deportes se lavaban las manos si su aorta fallaba.

Dejando a un lado este aspecto, este triatleta de 23 años se ha convertido en subcampeón mundial de 2007 de la especialidad en la cita celebrada en Hamburgo (Alemania), además de haber sido el primer español que sube a lo más alto del podio en la Copa del Mundo de Triatlon de 2006 y liderar, en estos momentos, la Copa de este año, lo que demuestra su otra victoria en el pulso que mantiene con su rebelde corazón.

"... I've paid my dues time after time... I've done my sentence... but committed no crime... and bad mistakes I've made a few... I've had my shelves and kicked in my face... but I've come through... We are the champions my friend... and we'll keep on fighting till the end... not time for losers 'cos we are the champions of the world..." ("We are the champions" de Queen).

martes, 4 de septiembre de 2007

Para tirarse de los pelos

Espero, querido visitante, nun te hayas asustao del desorden que tengo sobre el escritorio, pero menudu día tuve .

Los elementos tecnológicos pusieron en contra mía y, pa' nun romper la costumbre, el ordenador portátil fizo una de les suyes.

Párose en mitad de un post y, luego, nun me reconocía el módem. Puséme a reconfigurarlo tó, pero, claro, a las doce la noche, nun ta la cabeza pa' facer esfuerzos de esti tipu y acabé reinstalando la configuración inical del ordenador, con lo que perdí la mitad de coses que tenía guardaes.

Po' la mañana, tocóme volver a ponélo to' en su sitiu y nun ye la primera vez que me pasa. (¿Tendré zarpes en vez de deos?)

Así que quédeme sin la llibreta de direcciones del Outlook Express y pidiéndo, vía sms, a los conocios que me manden su dirección de correo electrónicu.

Vamos que hubo un momentu en que dijei al ordenador: "Doite que te frayo", porque nun me facía casu.

Bueno, en resumen, que vuelvo a tenélo casi todo en su lugar, pero fartéme ya de les jugaes que faen estos cosos.

Cuanta más tecnología, peor. Si nun i pido ná más que me deje conectáme a Internet y, por lo demás, nun lu exprimu como fae otra gente.

En fin, los misterios del maravilloso mundo del bit, aunque nun podrán conmigo. Tengo demasiá curiosidad por conocer cómo funcionen y aprender y, en esto, ya se sabe que ye la ley del ensayo y error.

Eso sí, hay errores que salen caros pa'l bolsillu. Menos mal que esta vez nun fizo falta tocálu.

lunes, 3 de septiembre de 2007

Postales de Asturias: Una boda a la asturiana

En esti iniciu de la mi segunda tanda de vacaciones, tocóme asistir el día un de septiembre a la boda de un primu en nuestra tierrina querida.

Brillaba el sol al mediodía, cuando el noviu en compañía de su madrina llegaba a la iglesia y recibía les felicitaciones de invitaos y conocios.

Nun se fizo esperar demasiado la novia, que llegaba puntual rompiendo la ya consabida norma de facése esperar, así como tampoco se produjo una tan temida escena como las protagonizadas por Julia Roberts en “Novia a la fuga”.

Y, por supuesto, la gaita y tambor asturiano comenzaron a sonar en honor de los novios, mientras la protagonista se deshacía en un mar de lágrimas.

Imagino la mezcla de emociones que débese producir en un momento tan importante en el corazón de unu.

Tras el preceptivo oficio religioso, salieron los novios por la puerta ya convertios en mariu y muyer, siendo recibidos por una lluvia de arroz y pétalos de rosa, mientras todos los asistentes buscábemos la mejor instantánea entre codazos y pisotones.

Después, el nuevo y joven matrimonio se deshizo en besos y abrazos entre ellos, para, luego, desaparecer dirección Xixón a inmortalizar tan preciadu día en el preceptivu reportaje fotográficu.

A partir de ahí, empezó una boda a la asturiana. ¿Y cómo ye una boda a la asturiana?

Pa’ empezar, todos los invitados cogimos camín del restaurante “Peña Mea”, situau en Posa’ de Llanera dispuestos a dar cuenta del banquete como fartones.

Comenzose por el aperitivu de bienvenia compuestu de agridulces de dátiles y bacón, surtiu de cucharilles, brochetes variaes, canapés salaos y croquetines caseres, to’ debajo de un hórreo y acompaño de pipes de sidra.

Luego entrémos en el salón donde ibase a servir el banquete, constando el menú de lo siguiente: Selección de mariscos del Cantábricos, Crema de Nécores, Mero al Peña Mea con atillo de gambes y setes silvestres, sorbete de limón, cabritu con palatinos y ensalada verde.

De postre una Mouse de turrón con helado de frambuesa y crujiente de almendres.

Y, por supuesto, to’ regao con vino, sidra, cava y el correspondiente cafetín con chupito de licor.

Pasaron los novios y los padrinos, repartiendo los recuerdos que, cada vez, que asisto a una boda son más originales.

Como ye costumbre comenzó el baile. Y mientres unos quemaben lo comio, otros daben buena cuenta de la barra libre.

A las veintidós horas y treinta minutos con puntualidad británica, empezóse a servir el lunch de despedida: embutios, fritos y pastelinos, pa’ coger fuerces y seguir la folixa to’ la noche hasta que el cuerpo reviente.

Lo más original es que la noche de bodas iban a pasála en el hórreo donde habíemos tomao el aperitivu. Tuve que deciyos a los novios que nun lu fueran a tirar abajo. Jeje.

Así que ya ves como ye una boda a la asturiana: fartáse a comer, jarana to’l tiempo y alcohol corriendo a to’ trapu. (Nota: Yo nun bebí más que unes copines de vino).

Nun quiero terminar sin facer mención a les últimes letres que acompañaben al menú: “Hay momentos en la vida que son importantes por sí solos, pero lo que realmente los hace especiales es compartirlos con tus seres queridos”.

Por si alguna vez te animes a venir por Asturies o quies pasar la primera noche de bodas en un sitiu original, déjote aquí la dirección del restaurante “Peña Mea”: http://www.penamea.com/

Por lo demás: “VIVAN LOS NOVIOS”

domingo, 2 de septiembre de 2007

Un merecido descanso

Bueno, se me ha olvidado decirte que, durante una semanita, estaré aquí, en la oscuridad de mi buhardilla, disfrutando de unas merecidas vacaciones.

Tranquilo, procuraré no molestar demasiado. Sólo trataré de disfrutar de la música, de la lectura, de alguna película y de las últimas noticias deportivas.

Te dejaré la butaca. Me tumbaré en la descolorida alfombra con un par de cojines. Eso sí, ten cuidado, no me vayas a pisar.

Trataré de dejarte algunos detalles de este descanso, aunque no te auguro nada, porque como siempre regreso al calor del hogar y, aquí, uno se vuelve más cómodo y más vago, pero intentaré acercarte algo de mi universo por si te apetece algún día darte una vuelta en vivo y directo.

"... Asturias, si yo pudiera, si yo supiera cantarte... Asturias verde de montes y negra de minerales... Hambre de paz y horizontes, hambre... Y el corazón asfixiado sin venas para aliviarte... Los ojos ciegos, los ojos, ciegos de tanto mirarte... sin verte Asturias del alma, hija de mi misma madre... Dos veces, dos has tenido ocasión para jugarte la vida una partida y las dos te la jugaste... Quién derribará ese árbol de Asturias ya sin ramaje, desnudo, seco, clavado, con su raíz entrañable.. que corre por toda España... Mirad obreros del mundo su silueta recortarse... Firme sobre roca firme, herida viva su carne... Millones de puños gritan su cólera por los aires... millones de corazones golpean contra tus cárceles... Prepara tu último salto que Asturias está aguardándote... Sola en mitad de la tierra, hija de mi misma madre..." ("Asturias" de Víctor Manuel)

Una película para una tarde de domingo: "Next"

Hoy, permíteme una recomendación de mi filmoteca: "Next".

He encontrado un film de ciencia ficción que cumple a la perfección su objetivo de entretener al espectador, contando con un final totalmente imprevisible. Vamos, hasta a mí, me ha dejado con ganas de ver más.

Una historia de acción salpicada de cine fantástico con unos excelentes efectos especiales que nos hacen sentir como protagonistas de sus más trepidantes escenas.

Un mago que mal vive, interpretado por Nicholas Cage, en un cutre espectáculo de Las Vegas, pero que cuenta con un don especial: ver el futuro unos cuantos minutos más allá del momento presente.

Un talento que se convertirá en una maldición, cuando entre en escena el F.B.I., encabezado por la actriz Julianne Moore, en su papel de una agente antiterrorista tras una arma de destrucción masiva con la que unos terroristas planean atentar en Los Ángeles.

Lo mejor es que no te cuente mucho más y seas tú quien disfrutes de 96 minutos de inesperadas sorpresas.

Lo peor y lo que muchos quizás desearían es contar con esa capacidad extrasensorial del protagonista. La cuestión es qué uso se le daría.

La verdad es que Nicholas Cage siempre me sorprende en sus papeles de variados registros, pero para el recuerdo siempre nos quedará su magnífica interpretación en "Leaving Las Vegas".

Pienso que lo más interesante es dejase sorprender por el siguiente segundo porque la vida danza al ritmo de canciones bellas y canciones tristes y, sin eso, no habría misterio alguno.
 

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